Mi familia es de Ocotal y ahí vivíamos. Todos los años mi esposo y yo veníamos a la finca de mi papá, para ayudarle en la temporada de la cosecha del café.
Ésta es la finca María que en el año 2011 ganó el primer lugar del certamen la Taza de la Excelencia. Mi papá estaba orgulloso de su finca, ésa fue una de las grandes alegrías y satisfacciones, saber que el cuidado del cafetal había dado resultados, como es producir cafés de alta calidad. Él estaba mejorando la finca y tenía planes que no pudo realizar, porque falleció hace dos años.
Desde entonces hice cambio de domicilio y fijé mi residencia aquí, en la comunidad de Las Nubes, en el Municipio de Dipilto. Ese cambio, de venirnos para acá, no se nos ha dificultado y nos ayuda a convivir con el quehacer de la comunidad y el trabajo.
Mi papá nos había enseñado cómo trabajar la finca; pensando en la sombra del café, en no contaminar el agua con los desperdicios del café, con la pulpa, el agua miel y los venenos.
Él decía: “no sólo es tener café o sólo una cosa en producción, es tener variedad, hay que saber sobrevivir; aquí uno no se muere de hambre, teniendo un poquito de todo”. Nosotros en ese aspecto hemos sabido mantenerla diversificada.
El área es de cuatro manzanas y media. Tenemos café, frutales, cítricos. En la parte más baja y húmeda tenemos cala y malanga. Nuestra producción aparte del café, que es de una sola temporada al año, sacamos frutas y flores.
Un sueño de mi papá era vender su café tostado y molido, quería tener su propia marca y vender por libra. Quería ofrecer un buen café, para una buena taza a las familias de aquí, ese sueño lo estamos haciendo realidad.
Gracias al concurso de la Taza de la Excelencia, mi papá tuvo reconocimiento por la calidad de su café y su trabajo amigable con el medio ambiente, vendiendo el producto a mejor precio, lo que le había permitido levantar su casa.
En sus planes no tuvo nunca la idea de vender la finca, quería mantenerla en la familia. Somos cuatro hermanos, tres mujeres y un varón, yo soy la menor. Él tuvo la confianza de dejármela a mí; él sabía que al heredarla yo, no la iba a vender y mis hermanos estuvieron de acuerdo.
Aparte del trabajo en su finca, mi papá le dedicaba tiempo al Comité de Agua Potable y saneamiento. Él era Presidente del CAPS Linda Vista, aquí en Las Nubes.
Cuando yo le acompañaba, me ponía a leerle cosas del CAPS, porque estaba padeciendo de la vista. Me pedía tomar notas y así ayudándole a él, fui conociendo al CAPS y me fui integrando al trabajo de la comunidad.
Cuando él fallece, el CAPS se queda sin presidente, se hace otra vez la Asamblea para volver a elegir la Junta Directiva. Ya yo tenía un poco de conocimiento y estaba dispuesta a seguir trabajando en lo que estaba dedicado mi papá, que era mejorar la finca y apoyar a la comunidad.
En la Asamblea me eligieron como Secretaria del CAPS Linda Vista. A raíz de eso participo en las actividades del Proyecto Cuenca Dipilto. He asistido a capacitaciones, talleres, intercambio de experiencias con otras comunidades.
Participo en la Escuela de Campo que el Programa está desarrollando para formar a los promotores Champions. Ahí he aprendido a hacer aboneras. Esta abonera que está aquí es la demostración que se hizo en la capacitación; porque nosotros prestamos la finca para hacer las prácticas de la Escuela de Campo. Eso hace más fácil la asistencia a los promotores vecinos, la finca les queda cerca.
Como promotora trato de integrar a los jóvenes de la comunidad, para que vayan adquiriendo conocimientos y agarrando amor al trabajo en el campo, a cuidar el agua, el ambiente y el territorio de la cuenca.
Aquí no se puede ver la producción y el agua por separado; porque estamos en un solo territorio. Yo, como promotora, me preocupo que las prácticas agrícolas no dañen el ambiente; y como parte del CAPS, me preocupo de que el agua sólo sea usada para el consumo de las familias.
Los Champions seremos un apoyo a los productores; para mantener los cambios que se hicieron en la primera etapa de este Programa, o para motivar a otros para que mejoren algunas prácticas.
Esta promotoría es para la protección de la cuenca. Si alguien está dañando la parte forestal, que comprenda que eso afecta a todos en la cuenca, o si un productor tira las aguas mieles al río o la pulpa, igual nos afecta a todos.
Somos promotores de apoyo, que vamos a tratar que lo aprendido con el Programa, no se olvide.
Hay gente que no le gusta que uno trate de concientizarla, no quieren ver los problemas o el futuro, y menos escuchar de hacer cambios; pero uno conoce aquí a los vecinos y sabe cómo llegarle. En esto nos ha capacitado el Programa.
Mi cambio más significativo
“Siguiendo los pasos
de mi papá”
En la capacitación he recibido talleres de género, que me ha ayudado a hacer cambios en mi vida. Ahí aprendí que nosotras las mujeres podemos tener distintos roles, y no estancarme sólo ser ama de casa. Las capacitaciones me han ayudado a salir de la casa y la finca. Aprendí que se puede tener una vida diferente.
Mi cambio más importante con el Programa es que me he fortalecido como mujer.
En el aspecto personal, soy más fuerte para hablar con las personas en público; si tenemos Asamblea, puedo hablarle a la gente de lo que podemos hacer por la comunidad. Cuando no estamos preparados, da miedo de que la gente nos diga cosas, pero no; en ese aspecto me siento muy fortalecida. Noto la diferencia entre el antes y el ahora.
Siento que ya la timidez la dejé a un lado y puedo realizar muchas cosas en mi vida y la de mi familia. En las cosas de la finca y la comunidad voy siguiendo los pasos de mi papá.