Mi nombre es Maryury Paguaga y en este periodo soy presidenta del Comité de Cuenca Río Dipilto.
La situación de esta Cuenca es que en el municipio de Dipilto se capta el agua, que baja hacia el municipio de Ocotal, donde 45,887 personas dependen del agua del río, que es su única fuente.
Mi conexión con este río viene desde que nací. Mi familia vivía en una casita que estaba a la orilla del río; en ese tiempo el río era más caudaloso, había más árboles y en los inviernos, cuando subía el caudal del río, cuenta mi mamá que nos cruzábamos a la casa vecina. Todo acabó con el huracán Mitch, pues el río se llevó la casita.
En ese tiempo por cosas de la vida o el destino, mi mamá tenía comprada esta casa aquí más arribita, siempre a la orilla del río y cuando tocó hacer mi propia casa, la hice en un terreno al lado de la casa de mi mamá, así que sigo al lado del río.
Antes de estar en el Comité de Cuenca, hubo un año muy seco y en el verano ya no se oía el río, ahí me dije: “es hora de actuar”. Y me puse activa en mi barrio por el tema del agua. Así llegué a ser fiscal del Comité de Cuenca y ahora presidenta.
Nuestro papel como Comité de Cuenca es concientizar, gestionar, buscar alianzas y lograr consenso en todas las actividades de protección y manejo integral de los recursos de la cuenca.
En el territorio las organizaciones y grupos formales han sido convocadas en dos ocasiones por el Programa, para concursar por fondos para pequeños proyectos para las comunidades.
Yo lo digo siempre que el Fondo Concursable ha sido nuestra escuela, y eso tenemos que agradecer al Programa; porque fueron los que permitieron que la Junta Directiva del Comité de Cuenca sea parte del Comité de Selección.
En este Comité de Selección aprobamos los proyectos que recibirán financiamiento y somos parte del Comité de Compra en conjunto con el Programa, donde evaluamos las ofertas y adjudicamos a los contratistas que van a ejecutar las obras.
Ya nos graduamos con el Fondo Concursable, ese fue un primer paso.
Es como si nos graduarnos de la escuela primaria; ahora ya nosotros logramos gestionar por nuestra propia cuenta, esa es la secundaria y nos toca buscar la universidad. Sentimos que estamos preparados para ejecutar proyectos, tenemos conocimientos sobre cómo hacer contrataciones para desarrollar obras, conocemos de criterios técnico para evaluar ofertas de proveedores… Somos el primer Comité de Cuenca en Nicaragua con personería jurídica.
A la Autoridad Nacional del Agua le tocó gestionar ante la Asamblea Nacional una reforma a la Ley General de Aguas Nacionales, N° 620, que dice que los comités de cuenca pueden obtener personería jurídica, para hacer sus propias acciones, incluso gestionar fondos.
Ya logramos ejecutar un primer proyecto de casi 700 mil córdobas con fondos provenientes de la Embajada de Alemania; ahora concursamos en la Asociación Mundial para el Agua, GWP, de la que ya somos socios.
Estamos gestionando un proyectito, para construir un desarenador para el Comité de Dipilto Viejo; también gestionamos ante la Alcaldía de Ocotal el uno por ciento del presupuesto de medio ambiente, que serían recursos para ejecutar actividades del Comité de Cuenca, que es lo que preocupa a todos.
Si logramos resultados, nuestra experiencia servirá a otros comités de cuenca a nivel nacional, y les hará más fácil el camino a ellos; cuando nosotros solicitamos el número de Registro Único del Contribuyente, RUC, no había antecedente, y se requiere para hacer cualquier actividad económica, comprar, contratar servicios, etc.
En mi desempeño una clave está en mi experiencia de vida, y la otra clave en la preparación que es indispensable. Las capacitaciones, cursos, intercambios, recibidas por el Programa, me han fortalecido como persona, y generado confianza en una misma.
He crecido mucho con el trabajo organizativo de los CAPS del Municipio de Dipilto, recuerdo que llegué representando al barrio Guadalupe donde vivía, y tengo presente que hice cabildeo en la Asamblea, para que eligiéramos al señor René Bayardo Betanco como presidenta del Comité de Cuenca; no se me cruzó por la mente, la idea de una mujer pudiera ejercer ese cargo.
Las experiencias de vida son las que me han formado en la mujer que soy. A muy temprana edad me acompañé y tuve un hijo, estaba en primer año de secundaria, el comentario de la gente es que “ahí se acabó tu vida”.
Después se me presentó la oportunidad de continuar la secundaria a distancia. Cuando me bachilleré, en el acto de graduación, mis compañeras desfilaron acompañadas de sus padres; yo de mi hijo, un niño de cinco años de edad.
Con mucho esfuerzo me he pagado mis estudios de la universidad, con una pequeña venta de comida frita; estoy estudiando mi segunda carrera, la primera por falta de recursos no pude hacer la monografía, y no obtuve el título. Ahora estoy terminando mi segunda carrera.
Estoy contenta y satisfecha de saber que he alcanzado metas en la vida, que no las había contemplado, lo más importante es que tengo la admiración de mis hijos, veo cómo ellos valoran estos recursos naturales, ellos son los que van a encargarse de cuidar el agua y este ambiente.
Por ahora el más pequeño está pendiente de poner la basura en su lugar aquí en la casa, y la basura de su comida y papeles de la escuela, las guarda en su mochila y las trae al basurero de la casa.
Mi cambio más significativo
“Ahora tengo una mejor visión de mí y de las demás mujeres”
El cambio más significativo es que tengo una nueva visión de mí misma y me doy cuenta que soy una mujer multifacética. En gran parte se lo debo al Programa y al Comité de Cuenca, mi liderazgo en la comunidad ha crecido.
Como persona siento que mi experiencia en el Comité de Cuenca me da fuerza y confianza para desempeñar cualquier cargo, no sólo en el trabajo comunitario, sino también a nivel profesional.
Hay tantas personas que han creído en mí, que confían en que puedo estar al frente del Comité, eso me ha ayudado a tener una mejor visión de mí y de las demás mujeres.
Ahora pienso, a mis 32 años, que las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres para ocupar un cargo o estar al frente de las comunidades.