Mi nombre es Marcia Aída Flores, mi sueño era vivir al aire libre, sin vecinos cerca, donde poder trabajar y criar mis animalitos, tener silencio y tranquilidad. No me llama la atención ni la gran ciudad ni el bullicio de las calles. Aquí entre mi casa y la casa vecina hay 150 metros de distancia.
Antes de conocer el Programa Cuenca Dipilto, mi mundo era mi finca, la primera vez que asistí a una reunión, me eligieron Presidenta del CAPS de la comunidad de Los Planes. Yo les dije: “no sé nada de esto”; y la persona del Programa me dijo, no se preocupe, aquí vamos aprender. Y así fue.
Ahora los beneficiarios del sistema de agua nos reunimos, cada mes, para dar mantenimiento a la fuente de agua. Hay armonía entre los 42 beneficiarios, incluyendo las dos iglesias y la escuela. Ayer precisamente estuvimos reunidos en la escuela para un taller que nos impartió el FISE; todas las personas que estaban convocadas asistieron. El taller era para el manejo correcto de las letrinas y los inodoros, para recordarnos sobre el aseo, como una forma de prevenir enfermedades.
Esa capacitación del FISE es parte del Programa, que nos ha formado en distintos temas; en el manejo del agua, la organización y funcionamiento de los Comités de Agua Potable.
En el CAPS, la comunidad de usuarios nos apoya. Al principio tuvimos problemas con los pagos de la tarifa, había gente durita para pagar; no fue fácil resolver eso. Hasta amenazas recibíamos al principio.
Tuvimos que poner normas fuertes para que pagaran la tarifa de agua, les decíamos que, si no pagaban, iríamos a cortarles el agua, la respuesta era: “si nos cortan el agua, los vamos a machetear”; pero se pusieron al día, ahora todos están solventes y no hubo necesidad de hacer cortes de agua.
Aquí lo importante es que estamos preparando gente joven, para cuando haya la elección de nueva Junta Directiva, que haya muchachos y muchachas.
Al inicio era poca gente la que asistía a reuniones, eso ha cambiado. Ayer me quedé contenta de ver que asistieron los que esperábamos, que eran 25 y llegaron dos o tres más.
Con el Programa estamos haciendo una campaña, para el aseo en la comunidad; y los CAPS nos comprometimos a incentivar a la gente a que no bote basura.
Yo de mi casa a la carretera, para agarrar el bus, camino por la trocha diez minutos, y siempre voy viendo bolsitas de meneítos, churritos, que la gente ha botado, se ven botellas, pedazos de botas, de cobija, todo eso la lluvia se lo lleva al río.
La conciencia que hay que despertar; es que la basura siempre llega al río, no importa donde la tiremos.
En esta campaña hemos puesto sacos para recoger la basura, cerca de la parada del bus y de las pulperías.
Lo moderno como el plástico y lo descartable, nos ha venido a arruinar el ambiente. Antes uno compraba las gaseosas y devolvía el envase; ahora sólo compran la gaseosa se la tragan y bulungún, al suelo la botella.
Nosotros vamos a hablar con los pastores que son escuchados en la comunidad; igual los sacerdotes, para que cuando prediquen, decirles: “hermanos, si van comiendo en el camino, llévense la basurita a su casa, no la tiren en el camino; porque termina en el río, en el agua que toma la gente en Ocotal”.
En esta campaña de concientización, también vamos a hablar con los dueños de finca, para que, al finalizar el corte, envíen a recoger la basura de plástico. Los cortadores ahora llevan botellas; antes eran calabazos y se los llevaban, no los botaban.
Aparte de mi responsabilidad en el CAPS, soy Promotora Champions. Estoy aprendiendo buenas prácticas para el manejo de la finca.
Aquí estamos dos promotoras, yo que soy una persona mayor, tengo 64 años, y Gendy Mendoza que es una muchacha. Como hemos estado en la Escuela de Campo, tenemos más ideas de cómo trabajar en la finca.
Con Gendy trabajamos juntas en mi finca, aplicado lo que aprendimos en la Escuela; por ejemplo, hacer los diques de contención y barreras, porque la zona es inclinada. Así yo mejoro mi finca y ella consigue su trabajo.
Mi sueño de vivir en la tranquilidad, lo vivo desde hace 16 años. Yo regresé de trabajar en los Estados Unidos cuando tenía 48 años, desde entonces estoy en este lugar. Mi ilusión siempre fue vivir en Las Manos, el lugar donde nací.
Mi cambio más significativo
“He mejorado mi calidad de vida”
El cambio más importante es que he mejorado
mi calidad de vida; en primer lugar, gracias a la
intervención del Programa tengo agua potable en la
casa, eso es lo principal. Tener acceso a bañarnos
bajo el chorro, tener el agua en el pantry de la cocina;
eso para mí es lo mejor. Estoy aquí en el campo con
las comodidades de la ciudad.
Del Programa tengo todo lo que he aprendido sobre
la cuenca, sobre la finca, sobre el CAPS; además
de esos conocimientos, tengo el tanque con el que
recojo el agua lluvia; así para el inodoro uso esa
agua. El inodoro mismo lo trajo el Programa para una
mayor higiene, es lavable y tiene un sumidero que no
contamina al ambiente.
Con el fondo concursable conseguimos un filtro para
el agua de tomar, mi calidad de vida ha mejorado.
Cuando recorro mi parcela, regreso cargada de
frutas, naranjas, limones, mandarinas, jocotes,
aguacates, hasta nancites. Al llegar a la casa me
esperan mis doce gatos y mis siete perros que me
acompañan siempre.